
Que sensaciones deja terminar un año, comenzar uno nuevo y planificar todo en positivo, la vida, está colmada de ciclos y más ciclos y lo notamos aun más cuando el año culmina, cuando las estaciones cambian o cuando cumplimos años.
Comenzar un nuevo año, podría compararse con empezar una nueva etapa de la vida. Se que muchos continuaremos exactamente con las mismas faenas diarias, con las rutinas agobiantes, pero vitalmente e interiormente, comienza otro ciclo.
Probablemente, con la partida del viejo año, muchas cosas positivas y negativas se marcharán con él, familiares que dejaron este plano existencial y ya descansan en paz, proyectos que no llegaron a consolidarse, bienvenidas a nuevas vidas, viajes ralizados, cambios de hogar, traslados, ya todo eso queda en el pasado y con el sello de que sucedió en este año que expira.
Arranquemos el año sintiendo que somos dueños de infinitas posibilidades para mejorar nuestra vida, pensando que somos capaces y merecemos vivir dichosos y felices, sintiéndonos frescos y muy saludables, portadores y amos de realizaciones personales. Inauguremos el nuevo año con optimismo, pisando fuerte y con el pie derecho, que todas aquellas ilusiones se cristalicen, o que por lo menos tengamos el valor de intentarlo. Este año que finaliza, probablemente nos ha dejado lecciones importantes que asimilar, que ellas nos sirvan para bien.

Somos los dueños de nuestra vida, por lo tanto tomemos un papel y escribamos en él, todo lo que nuestra alma necesita, todos los sueños que siempre hemos querido, y por último no dejes de leerlo cada mes que pasa para consolidar, trabajemos en ellos y no permanezcamos dormidos, esperando que alguien trajine por nosotros esos anhelos y metas.
Os deseo un año nuevo colmado de salud y prosperidad, celebremos; y que la luz de la dicha y la ventura os acompañe siempre. ¡Feliz año nuevo!
