Recuerdo que cuando tenía unos 21 años me encantaba el mundo del esoterismo y la astrología, aun hoy en día soy fiel creyente y leo mucho de ello, especialmente de la astrología. Tenía una amiga de instituto, que luego se convertiría en una de mis mejores amigas además de vecina, que creía más en el esoterismo, la lectura de las cartas, la lectura de las manos, de los caracoles, del café y pare de contar.
El interés principal de mi amiga por el esoterismo eran los amores juveniles, esas primeras querencias que alborotan las hormonas en esa etapa en la cual deseas engullirte el mundo sin más. Mi interés era saber sobre mi futuro profesional, económico, la salud de mi familia y la mía, en realidad yo siempre he parecido una anciana prematura.
La cuestión es que en esa época de mi vida, estuve muy metida en el mundo adivinatorio, en ese sentido debo decir que conocí mucho estafador, que sin darte cuenta y con una sonrisa hechicera te envuelven y provoca que tú le cuentes tú vida entera y luego ellos de eso, te inventan una gran historia que ni ellos mismos se creen, una vil improvisación casi poética de tú vida; al poquito ya había caído en cuenta de ello y no hice caso.
Nunca entendí la razón del por qué estos seres “iluminados” vivían siempre en casas muy humildes y escondidas, si por cada cliente cobraban muy bien, más aún cuando había que hacerse rituales, debe ser que todo ese dinero lo invertían en la bolsa (risas).
La cuestión es que una vez fui con otra amiga que además era mi profesora de coro y llegamos prácticamente al pico de una montaña, era una casita muy modesta y con apenas habitaciones, esta señora vidente, muy gorda intentó muy delicadamente sacarme información personal, pero en esta oportunidad fui muy lista y le dije que mejor me contara ella lo que veía y efectivamente, me dijo cosas muy interesantes de mí que ella no tenía porqué saber.Esa señora adivinó mi predilección y debilidad por un hermano al que adoro con mi corazón, fue mi amiguito de infancia, el hermano de hacer travesuras por casa y el hermano que me lleva 3 años. La adivina me dijo que siempre tenía a ese hermano en mi mente y que además veía a mi lado la figura de una señora, me decía que era como una figura maternal, que cumplía una especie de misión, la de protegerme, que era difunta; la verdad me sorprendí mucho porque mi madre falleció cuando yo contaba apenas con tres años; lo demás fueron cuentos chinos y desacertados.
Tiempo después me leyeron el café, y en esta oportunidad, no me hicieron preguntas previas a la lectura, simplemente me bebí un poco de café en una tacita blanca y el resto que quedó en el fondo de la taza, la adivina lo interpretó, no me dijo cosas muy agradables, me psicosié un poco durante años y con el tiempo, de alguna manera ha tenido la razón.

En fin, prefiero guiarme por la astrología, los planetas y los cálculos reales, entiendo que existen astrólogos mediocres por allí, pero creo aún más, que adivinos genuinos hay pocos.
Mi amiga, si asiste con regularidad a verse con estos iluminados hasta el sol de hoy, yo le doy más crédito a la astrología de verdad no a la de los tabloides, a la carta astral, a la revolución solar y a los designios de Dios. Luego me hice dos cartas astrales, y las tendencias que tengo a caerme salieron allí, esto me sirve para tener precaución en la vida. En una de las cartas astrales me salían que sería madre de dos hijos chicos, en realidad tuve cuatro, porque uno decide al final las cosas, pueden estar aspectadas, pero uno hace y deshace, es así.
La carta astral puede ser una interesante guía en tú vida y sirve para corregir cosas y desarrollar otros puntos positivos que tengamos y no conocemos, cualidades ocultas etc. yo la recomiendo ciegamente, porque efectivamente mostrará flaquezas y virtudes que tenemos, y si sabemos aprovechar eso, nuestra vida puede llegar a ser fantástica.Si te gustó comparte.
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