
La tradición cuenta que los tres Reyes Magos, vinieron de oriente, en número de tres, que iban guiándose por una estrella que les condujo hasta Belén.
Buscaron al niño Jesús que era el nuevo mesías recién nacido y le adoraron, entregando tres cofres con oro, que era el regalo típico de los Reyes, incienso, que era empleado en el culto de los altares de Dios y se quemaba en los templos en honor a los dioses y la mirra que es un compuesto embalsamador que se usaba para los muertos de la época.

La primera aparición de los Reyes Magos se la debemos a la Biblia. Con el correr de los años, la historia de los regalos de los Reyes Magos fue cobrando notoriedad, y en algunas zonas del mundo se utiliza el 6 de enero como el día reservado a los Reyes de Oriente, es un día especial para realizar regalos a los más pequeños. De esta manera según la Biblia, se decretó la fecha del 6 de enero, día en que los tres Reyes Magos fueron a Belén.
Los Reyes llegaron a Belén guiados por la estrella de Belén, que muchos científicos hoy en día dice que era el cometa Halley.
Los magos de oriente son personajes citados en la Biblia, en el Nuevo Testamento. Es poco lo que verdaderamente se sabe de ellos, se desconoce cuántos eran realmente y de qué tierras provenían. (Según los científicos)
Se les llama los tres Reyes Magos, porque en aquel tiempo se le denominaba magos a los sabios o astrónomos. Se fueron persiguiendo una estrella hasta llegar a Belén. Vinieron desde Babilonia o Persia, lugar en el que los magos tenían una gran influencia.

Sus características representaba a tres continentes Europa, Asia y áfrica, por ello Melchor era anciano de blancos cabellos y larga barba del mismo color; Gaspar era más joven y rubio y Baltasar, un señor negro. En distintos lugares se supone que fueron dos, cuatro, y hasta doce, Reyes, como en Armenia.

Antes de llegar, en la ciudad de Jerusalén, encontraron al gobernador Herodes el Grande, quien diplomáticamente les invitó a que de vuelta, hablaran con él, para que le indicaran el lugar exacto donde se encontraba el niño Jesús, para de ese modo poder ir él también a “adorarle”, cuando lo que realmente quería era darle muerte por considerarle un probable “usurpador”, por eso ordenó la matanza de los inocentes.
Cuando se da cuenta de que los tres Reyes Magos, se han regresado por otro camino, se impacientó mucho y mandó matar a todos los niños que había en Belén y toda su comarca que tuvieran de cero a dos años.

(La matanza de los inocentes pertenece, como el episodio de la estrella de los Magos, al evangelio de la infancia de San Mateo).