Me contaba el otro día mi buena amiga Soledad, lo duro que resultaba para ella no poderle bajar del cielo las estrellas a sus hijos, no poseer la facultad de complacerles los caprichos normales de cualquier niño soñador, porque la economía no estaba para ello.
Quería llevarles de viaje y era una gran quimera, soñaba con llevarlos a unos grandes almacenes y surtirlos de ropa para el invierno y el verano y era imposible, pensaba en consentirlos metiéndolos en una gran tienda de juguetes y que tomaran lo que más anhelaran y eso una vez más resultaba una fantasía inverosímil , a tomar helados improvisadamente era tan improbable como tener una pequeña piscina en el jardín (que no poseía) aunque sea hinchable, de esas de goma…
Pobre soledad, le aterraba enormemente pensar en que la infancia de sus hijos se esfumara sin pena ni glorias por no contar con fluidez económica. Era trágico para ella pensar en necesidades repentinas, y no poder suplir y socorrer esa eventualidad, como por ejemplo, una enfermedad, unos zapatos que se rompen o algún libro que pidieran en el cole. Todo eso provocaba en Soledad estrés e impotencia aguda.Los niños de soledad disponían de lo básico en sus vidas, y en muchos momentos algunas de esas cosas escaseaban o no se podían reponer, su vida resultaba cuesta arriba, no era un camino de algodón y mucho menos de rosas. La vida de soledad se sostenía espiritualmente por el inmenso amor que les profesaba a sus pequeños, no concebía una vida sin ellos a pesar de las innumerables vicisitudes existentes, ellos representaban para ella su todo. Soledad, no se consideraba una mala madre, simplemente era víctima de los escenarios desoladores que le aportaba su poca suerte.

Ella también era consciente de que ser madre lo es todo, es ser psicólogo, costurera, maestra, payaso, enfermera,cocinera, lavandera y pare de contar, todo lo que un ser que será un adulto algún día comprenda y necesite para su formación.
Cada uno de los nacimientos de sus hijos, materialmente derivaba en una situación frustrante para Soledad, porque nunca pudo decorar y abastecer las habitaciones como lo soñó, cada niño llegó por sorpresa y por lo tanto nunca tuvo tiempo para ahorrar y para darle la bienvenida a cada bebé como ellos lo merecían. Hacia el momento de cada parto, todo lo resolvía con lo poco o nada que tenía a mano, a pesar de, lógicamente saber que el bebé no se daría cuenta de lo que materialmente él carecía. Soledad no quería lujos, ni futilidad, solo lo indispensable y bonito que la llegada de un bebé supone.
Soledad, tenía pocos amigos, trabajaba en un supermercado de cajera y la verdad ganaba un salario mínimo y sin ningún otro incentivo económico. Eventualmente cuidaba niños e impartía algunas clases de matemáticas, cosa que desde muy pequeña se le daba muy bien. Pero soledad vivía en un piso muy pequeño de alquiler y ya había sido desahuciada sin misericordia por parte de los dueños unas tres veces. De allí tantas lágrimas, incertidumbre y desdicha.
Soledad es una madre sola, una guerrera que un día su marido abandonó sin más y quedó sola con la gran e inestimable responsabilidad de sacar adelante tres críos.En su juventud las cosas no le fueron mal, se casó ilusionada, todo marchaba genial, hasta que su marido se dio a la bebida y destruyó la empresa, el hogar que habían formado con tanto amor. Lo perdieron todo…
En consonancia con las circunstancias, Soledad es una mujer muy fuerte y pragmática, porque siempre le ha tocado sustentar cada situación y eventualidad difícil en su vida. Soledad está sola con sus anhelos, con sus angustias y con el duro día a día. Sabe que hay muchos en la calle con su misma situación y entiende que nadie ni ella merecen eso. El mundo es un lugar muy grande, paradójico, duro, hermoso y salvaje, que te empuja muchas veces hacia la dirección contraria con tiranía, para que crezcas, endurezcas el espíritu, y la sapiencia se vuelva enorme.
Pero Sole no renuncia a los sueños, no deja de llorar, no cesa de rogar, de agradecer, de ambicionar y de trabajar por tener una vida mejor, porque sabe que no ha hecho daño a nadie y porque le consta por terceros que no hay mal que dure eternamente y que en que en algún momento podrá gozar de las mieles de la libertad económica, para procurarle a sus críos todo lo que se merecen y necesitan para un futuro seguro y sólido.
Sole, esta es tú historia, tú gran epopeya, eres la dueña de tus hazañas, espero no te lleves un disgusto por mi culpa; ruego a la vida, al universo y a los dioses del firmamento que te amparen siempre, que te reconozcan tú valía, valentía y entereza para enfrentar, batallar y seguir adelante por tú intenso camino de espinas, porque por ellos eres quien eres y saldrás triunfante.Que no se esfume tú hermosa sonrisa y que palpes en breve los sueños, gracias al cielo que te habrá escuchado.
Esta historia, es la descripción de miles de mujeres valerosas alrededor del mundo, que lo dan todo por sus hijos sin la ayuda de nadie, sin el hombro de un hombre; a ellas les corresponde ser una heroína que debe salir victoriosa de todas las batallas que la vida les establece a diario.
Ellas que se olvidan de sí mismas, por ofrecerles cobijo y seguridad a sus chiquillos y que nos les falte nada para su seguridad y protección.
